...y sucedió una vez más la magia del teatro...
El viernes 3 de septiembre en el teatro Guloya de Santo Domingo, la Bernalina salió a escena con la adrenalina propia de actuar a miles de kilómetros de casa pero con ganas de darlo todo y entregar el mejor cuplé que saliera de sus adentros. No estaba sola, contaba con el apoyo incalculable de Marita en escena que, como siempre, tiene la virtud de seguirla a donde haga falta.
El público muy atento y con ganas de cachondeo. Esa noche, españoles, dominicanos, cubanos... compartieron la sicalipsis, rieron, cantaron y se estremecieron. Me hicieron sentir muy cómoda y quedé muy contenta con el resultado. También tuvimos víctimas selectas como Tomás (quiero ser mamá), el pollito Ailand o Island o...?¿?¿, Ricardo y el gran Ricardo Lenoir (gracias por tu reseña y ese chotis!)
Tras el estreno, no podía faltar una celebración con amigos, unas cerves, unas pizzas, un "servisio" (ron con seven up) que pidió Raquel en "La Parada", y un bailesito.
El sábado 4, pasados los nervios del estreno, gozamos igualmente de un público excepcional y muy entregado. Con víctimas de excepción también como Pepe,
El pollito Iván
El Cipri salsero
Y el graaaan jardinero Jorge
Sin olvidarnos de nuestras babilónicas sicalípticas perdidas
He de dar las gracias a todos los que nos han ayudado estos días para que las dos representaciones en Santo Domingo fueran irrepetibles e inolvidables: Cristina, Joaquín, Paloma, Paola, Reina, Yeyé, Alejandro, Juan, El flaco, Miguel, y demás gente del Centro Cultural Español. A Aldo y Victor que han manejado la luz y el sonido genial. A Viena y a Claudio por acogernos en su casa, el Teatro Guloya, tan amablemente. Mención especial merece mi Raquelita, gran responsable y fotógrafa ya oficial de esta gira de ultramar.
Desde Tegucigalpa con mucho cansancio y sueño, pensando en las dos siguientes funciones. No hay que bajar el listón.
Mañana en el foyer del Teatro Nacional Manuel Bonilla a las 6.30 de la tarde (2.30 de la mañana en España)
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