martes, 31 de agosto de 2010

Y después de muchas vueltas... vuelta a la civilización

El viernes 27 rentamos un carro asegurado de vidrios y gomas (pero no de caídas de cocos en la chapa) y partimos rumbo a una playa muuuy tranquila al norte de la isla llamada Punta Rucia. Después de atravesar un camino de piedras sin pasar de 20 por hora mereció mucho la pena. Ahí pasamos dos días estupendos en una cabaña junto a la playa, sin nadie alrededor más que los gallos y las vacas que nos despertaban por la mañana.

El alojamiento se llamaba La Tortuga, haciendo honor al ritmo caribeño. Y es que no me extraña que sean pausados porque este clima no te permite ir con prisas.
Estábamos junto a un pueblo de pescadores en donde éramos las únicas turistas.
Cenamos en el único restaurante que había. Damaris, la dueña nos preparó unos manjares marinos deliciosos (cangrejo, pescado y langosta) y los degustamos solas a la luz de las velas con una Presidente o una verde como las llaman aquí.
Planificamos con Mártires, que era el chico que organizaba excursiones a Cayo Arena, salir al día siguiente a las 9 de la mañana. Cayo Arena es una isla desierta desde la que se puede bucear para ver arrecifes de coral impresionantes. Si les das pan a los peces se te acercan tanto que algunos hasta te muerden... levemente. Como éramos las únicas en la excursión, a la vuelta pasamos por unos manglares que formaban parte del parque nacional de Monte Cristi.

Los dueños de las cabañas nos prepararon la comida y allí estuvimos, tan a gusto...



Luego vimos el atardecer desde la playa de La Ensenada que estaba muy cerca y a la que iba mucha más gente, sólo dominicanos.

Al día siguiente partimos hacia Dajabón, frontera con Haití, donde vive Raquel. 

Como no sabíamos qué más nos íbamos a encontrar cargamos provisiones para el camino.


Paramos a comer en Monte Cristi en casa Adela que, muy amablemente, nos sirvió  carne de chivo (cabra) y lampí (un cefalópodo de por acá). Después vimos "El morro" (playa de Monte Cristi)

Camino a Dajabón algunos amiguitos salían a nuestro encuentro.

Desde casa de Raquel teníamos esta imagen

Al día siguiente fuimos al mercado binacional (Haití y R. Dominicana)...indescriptible... y llegamos a la frontera, el puente por donde haitianos y dominicanos tienen entrada libre los días de mercado (lunes y viernes)


Tras el mercado salimos de camino hacia Samaná recorriendo todo el norte del país y encontrando contrastes de paisajes y playas como esta
Ya en la playa de Las Terrenas (Samaná) vino a saludarnos el huracán Earl y decidimos volver a Santo Domingo entre lluvias y vientos por un camino de vegetación frondosa, curvas, cuestas... y al fin llegamos a nuestro remanso de lujo y descanso: Hotel Cocoboutique

En el centro cultural han hecho unas entradas para el espectáculo estupendas y la imagen del catálogo de actividades para septiembre y octubre es la nuestra, el precioso cartel de Rafafans.
 Continuará...

1 comentario:

  1. mucha mierda, querida, te mando un abrazo enorme y espero que tu viaje esté lleno de amor, arte iberoamericano y mucha estrella. Ánimo y enhorabuena.

    ResponderEliminar